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El plan de expansión regional que la FALP busca financiar con aportes del mundo empresarial

La Fundación Arturo López Pérez, especializada en tratamiento integral del cáncer, construirá dos hospitales en Viña del Mar y Puerto Montt, los que estarían listos en cuatro años.En paralelo, duplicará las becas de formación de subespecialidades en cáncer y por primera vez, busca levantar recursos con empresas.

Por: Alejandra Rivera | Publicado: Lunes 3 de junio de 2024 a las 04:00 hrs.
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Ricardo Morales, director médico, Alfredo Comandari, presidente del directorio y Cristián Ayala, gerente general de FALP. Foto: Julio Castro
Ricardo Morales, director médico, Alfredo Comandari, presidente del directorio y Cristián Ayala, gerente general de FALP. Foto: Julio Castro

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Según el Instituto Nacional de Estadísticas, en 2019, el cáncer se convirtió en la principal causa de muerte en el país, desplazando a las enfermedades del sistema circulatorio. Un escenario complejo para Chile, donde las listas de espera, los altos costos asociados al tratamiento y la falta de médicos especialistas, dificultan el abordaje de este problema.

En el país existen pocos centros hospitalarios especializados en cáncer. Uno de ellos, es el Instituto Oncológico de la Fundación Arturo López Pérez (FALP), organización sin fines de lucro que se creó en 1954 tras la donación de Ana Ross, viuda de Arturo López Pérez, un empresario de la Bolsa de Comercio de Valparaíso, quien falleció de cáncer en Francia.

En sus inicios funcionaba en dos pabellones anexos al Hospital del Salvador y hoy se emplaza en la calle José Miguel Infante en la comuna de Providencia y tiene planes de expandirse a regiones, con la construcción de dos centros hospitalarios oncológicos en Viña del Mar y Puerto Montt.

US$ 70 millones involucra la inversión del  nuevo Instituto Oncológico FALP que comenzará a construirse en 2025 en Viña del Mar.

Por décadas, el Instituto Oncológico FALP funcionó bajo la administración del Estado, sin embargo, en 1986 un grupo de médicos y personas vinculadas a la fundación inició los trámites para su devolución y finalmente, bajo el Gobierno de Patricio Aylwin, en 1994, la FALP lo recuperó.

Hoy, la fundación -que en noviembre conmemora sus 70 años de vida- cuenta con el Instituto Oncológico, un hospital que entrega tratamiento integral de cáncer de distintos tipos -cirugía, quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia-, diagnóstico precoz, prevención, investigación, ensayos clínicos, docencia y formación médica en cáncer.

El presidente del directorio de FALP, Alfredo Comandari, comentó que en la época en que lograron la devolución del Instituto Oncológico, “nadie pagaba, porque era público”, por lo tanto, el desafío era generar un modelo de financiamiento que asegurara su subsistencia.

Se abrieron al sector privado atendiendo a pacientes de isapres y particulares y en 1995 crearon el Convenio Solidario, una especie de seguro oncológico masivo a todo evento para atenderse en el este recinto especializado en cáncer.

El gerente general de FALP, Cristián Ayala, comentó que hoy la principal fuente de ingresos es el Instituto Oncológico, que representa el 50% de los recursos de FALP, el que recibe pacientes GES de Fonasa y particulares de isapre o del sistema público. “El 70% de nuestros pacientes hoy son Fonasa”, afirmó.

En tanto, el seguro oncológico tiene 400 mil afiliados y casi 1 millón de beneficiarios y representa el 40% del total de ingresos. Opera a través de un convenio colectivo para empresas, donde todos pagan la misma tarifa “sin discriminación por edad, sexo o condición económica y puedes traer a tu familia por una cuota adicional”, comentó Rolando Medeiros, director de FALP.

Adicionalmente, un 3% de los recursos proviene de aportes, principalmente de particulares, los que destinan íntegramente a financiar tratamientos gratuitos de personas de escasos recursos, donde un comité multidisciplinario decide qué pacientes priorizar de acuerdo a parámetros clínicos y sociales.

Plan de crecimiento

Medeiros indicó que la FALP tiene tres desafíos para los próximos años: ampliar la capacidad de tratamiento para personas más vulnerables, construir nuevos centros oncológicos, y aumentar la investigación “para generar conocimiento y disminuir los costos de los tratamientos”.

Para abordar estos retos, elaboraron un plan de crecimiento que ya está en curso, el que apunta a ampliar su capacidad en Santiago y llegar a regiones.

En 2018, en el complejo de Providencia, inauguraron la torre norte de cinco pisos y hoy está en plena construcción la torre sur, cuya primera fase estará lista en 2025 y la segunda en 2028, lo que permitirá ampliar la capacidad de hospitalización de 92 camas a 160.

Ayala adelantó que en septiembre próximo abrirán un centro médico en Antonio Varas con Eliodoro Yáñez, en Providencia, el que va a tener 40 consultas médicas, 30 box de quimioterapia ambulatoria y equipamiento, entre otros, el que demandó una inversión de US$ 20 millones.

En tanto, el plan de expansión regional considera la apertura de cuatro hospitales en Viña del Mar, Puerto Montt, Antofagasta y Concepción. “El 50% de las personas que atendemos en Santiago son de regiones”, afirmó Marcos Frontaura, director de FALP.

Comandari explicó que en Viña del Mar adquirieron un terreno en el que construirán un campus de tres edificios con una inversión de US$ 70 millones, el que comenzará a construirse en 2025 y estará listo en 2028.

“Tendrá más terreno que el de Santiago, más o menos las mismas instalaciones y realizará el 90% de las prestaciones de acá”, explicó Comandari.

El proyecto de Puerto Montt es el segundo en carpeta, para el que estiman una inversión de US$ 50 millones.

“Todavía no estamos trabajando en el desarrollo de Antofagasta y de Concepción, la idea es avanzar en los dos primeros y luego pensar en los siguientes. La velocidad va depender del apoyo de los empresarios”, señaló Ayala.

Medeiros comentó que hasta ahora la FALP no había recurrido al mundo empresarial, pero “se requiere para esta etapa y así cumplir el mandato fundacional”.

Para ello, crearon un comité de fundrising para captar fondos de empresas que les permitan financiar la expansión a regiones. La entidad ya está desarrollando la estrategia y trabajando en el mensaje y segmentación de posibles aportantes.

El director médico de FALP, Ricardo Morales, señaló que esperan que estos centros regionales puedan actuar como “un polo de atracción” de profesionales del cáncer, como oncólogos, enfermeras, kinesiólogos o tecnólogos médicos.

Para contar con el equipo médico necesario, buscan “duplicar” la capacidad para formar a médicos en subespecialidades del cáncer. “Estimamos que un tercio debería ser profesionales de la región, un tercio formado por nosotros y un tercio de personas que digan ‘yo me quiero ir’”, dijo.

Estudios clínicos e investigación

Morales comentó que cuentan con un departamento de investigación del cáncer con varias áreas: ensayos clínicos, investigación y ciencia de datos para llevar un registro hospitalario, por ejemplo, de tumores, “lo que permite tomar mejores decisiones”.

En 2023 tenían 148 estudios activos, de los cuales, señaló Morales, 68 se iniciaron ese año, lo que permitió que 129 nuevos pacientes participaran en ellos.

“Los realiza y financia la industria farmacéutica, y nos da acceso a drogas que no están en el país y la posibilidad de dar a los pacientes tratamientos innovadores sin costo”, dijo.

En materia de investigación, en 2023 los médicos participaron en 55 papers, 45 publicados en revistas internacionales con revisión con pares.

En septiembre de 2023 obtuvieron la acreditación de “Centro de Cáncer” por cinco años, la primera de tres que otorga la Organización de Institutos Europeos del Cáncer (OECI, por su sigla en inglés), para lo cual hay que cumplir con una serie de requisitos y estándares.

Ahora pasan a una segunda epata, para la lograr la acreditación de “Centro Oncológico Integral”, la que eleva el cumplimiento de estándares.

Por otro lado, Ayala explicó que también son un centro de formación de cirujanos en subespecialidades oncológicas y en especialidades quirúrgicas.

Al año, reciben 14 nuevos becarios, con lo que buscan acortar la brecha de médicos especializados en cáncer y de paso, “las listas de espera en el sistema público”, comentó.

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